La frase «id y predicad el evangelio» se encuentra en Marcos 16:15
Marcos 16:15
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
Marcos 16:15
¿Cómo se interpreta «Id y predicad el evangelio» según la Biblia?
La frase «Id y predicad el evangelio» es una invitación apasionada y un mandato amoroso de Jesús a sus seguidores, que encontramos en el libro de Marcos 16:15. Este llamado no es solo una simple sugerencia; es el corazón del propósito que Jesús encomienda a sus discípulos. Al decir «Id por todo el mundo», Jesús nos está instando a salir de nuestras zonas de confort, de nuestras iglesias y hogares, para llevar su luz y su amor a todos los rincones de la tierra, sin distinción de culturas, lenguas o naciones.
Predicar el evangelio, según este mandato, va mucho más allá de compartir palabras; es vivir una vida que refleje el amor incondicional, la gracia redentora y la esperanza transformadora que Jesús nos ha dado. Es mostrar con nuestras acciones y nuestro ser el poder del evangelio para cambiar vidas y corazones, llevando consuelo a los afligidos, esperanza a los desesperanzados y luz a aquellos en oscuridad.
Este llamado es para todos los creyentes, no solo para pastores o misioneros. Cada uno de nosotros, en nuestro entorno diario, está llamado a ser un reflejo de Cristo, a compartir su amor y su verdad con aquellos que nos rodean. Esto puede ser a través de palabras de aliento, actos de bondad, o simplemente viviendo una vida que honre a Dios, de manera que otros puedan ver en nosotros algo diferente y deseen conocer la fuente de nuestra esperanza y alegría.
Para los creyentes evangélicos no católicos, este mandato resuena con un profundo sentido de responsabilidad y compromiso, pues se entiende no solo como una tarea, sino como una forma de vida. El respeto y el temor a Dios se traducen en una obediencia gozosa a este llamado, confiando en que, aunque la tarea parezca desafiante, no estamos solos. Jesús prometió estar con nosotros hasta el fin del mundo, equipándonos con su Espíritu, guiándonos y fortaleciéndonos para llevar a cabo esta gran comisión.
Así, «Id y predicad el evangelio» se convierte en una jornada de fe, un viaje en el que caminamos con Jesús, llevando su amor y su luz a cada corazón y cada rincón del mundo, sabiendo que en esta labor, el mismo Dios va con nosotros, abriendo caminos y tocando vidas a través de nuestras manos y nuestros pies.