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¿En qué parte de la Biblia habla de Zorobabel?

Zorobabel se menciona en varios pasajes bíblicos, que destacan su papel clave en la reconstrucción del Templo de Jerusalén tras el exilio babilónico: Esdras 3:2, Esdras 3:8, Hageo 1:1, Hageo 2:2, Zacarías 4:6, 1 Crónicas 3:19, Nehemías 12:1, Mateo 1:12-13, Lucas 3:27,

Entonces se levantaron Jesúa hijo de Josadac y sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel hijo de Salatiel y sus hermanos, y edificaron el altar del Dios de Israel, para ofrecer sobre él holocaustos, como está escrito en la ley de Moisés varón de Dios.

Esdras 3:2

 En el año segundo de su venida a la casa de Dios en Jerusalén, en el mes segundo, comenzaron Zorobabel hijo de Salatiel, Jesúa hijo de Josadac y los otros sus hermanos, los sacerdotes y los levitas, y todos los que habían venido de la cautividad a Jerusalén; y pusieron a los levitas de veinte años arriba para que activasen la obra de la casa de Jehová. 

Esdras 3:8

En el año segundo del rey Darío, en el mes sexto, en el primer día del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, diciendo:

Hageo 1:1

Habla ahora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo:

Hageo 2:2

Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Zacarías 4:6

Los hijos de Pedaías: Zorobabel y Simei. Y los hijos de Zorobabel: Mesulam, Hananías, y Selomit su hermana;

1 Crónicas 3:19

Estos son los sacerdotes y levitas que subieron con Zorobabel hijo de Salatiel, y con Jesúa: Seraías, Jeremías, Esdras,

Nehemías 12:1

Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel. Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a Azor.

Mateo 1:12-13

hijo de Joana, hijo de Resa, hijo de Zorobabel, hijo de Salatiel, hijo de Neri,

Lucas 3:27

¿Qué significado tiene Zorobabel en la Biblia?

Zorobabel en la Sagrada Escritura es una figura de gran reverencia y significado, especialmente en los momentos de transición y reconstrucción del pueblo de Israel. Al leer los versículos que mencionas, podemos ver la mano providencial de Dios obrando a través de Zorobabel para cumplir sus promesas y restaurar la fe y la esperanza en su pueblo.

La presencia de Zorobabel en los libros de Esdras, Hageo y Zacarías, resalta su papel fundamental en la reconstrucción del Templo de Jerusalén, un símbolo de la renovación espiritual y la reafirmación de la alianza entre Dios y su pueblo. Su liderazgo no se basó en la fuerza militar o en el poder humano, sino en la guía y fortaleza que proviene del Espíritu de Dios, como lo destaca el profeta Zacarías: «No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos» (Zacarías 4:6).

Zorobabel, siendo descendiente de la casa de David, también simboliza la continuidad de la promesa divina hecha a David, de tener un descendiente en su trono que establecería un reino eterno. Esto se refleja en su inclusión en la genealogía de Jesucristo en el Nuevo Testamento, lo que indica que la obra de Zorobabel en la reconstrucción del templo no fue solo un acto de restauración física, sino también una parte crucial en la preparación del camino para la venida del Mesías, nuestro Salvador.

Por lo tanto, Zorobabel encarna la fe, la obediencia y la esperanza en las promesas de Dios. Su vida y obra nos enseñan la importancia de confiar en la guía divina, especialmente en momentos de grandes desafíos y cambios. Su legado es un testimonio poderoso de cómo la fidelidad a Dios y su palabra puede restaurar y transformar no solo estructuras físicas, como el Templo, sino también corazones y comunidades enteras, acercándolos más a la presencia de Dios.

Así, queridos hermanos y hermanas en la fe, que la historia de Zorobabel nos inspire a todos a buscar la guía del Espíritu Santo en nuestras vidas, a trabajar unidos en la reconstrucción y fortalecimiento de nuestra fe y nuestras comunidades, y a mantener siempre viva la esperanza en las promesas eternas de nuestro Señor.